Lee un texto del alemán
y encuentra la palabra
que indica lo que le pasa.
Se traduce lust por hambre,
o por libido; pero no designa
con exactitud
lo que a ella le pasa;
esa voracidad, esa necesidad
que nunca se sacia.
Envidia el idioma alemán
que usa la misma palabra
para indicar deseo
y a la vez placer
para designar la necesidad
y la satisfacción
de esa necesidad.
Su lengua carece de esa palabra.
Es la dicción
pegada a la mandíbula
la que no deja pronunciar
aquello que le falta.
Tenés una pesadilla, él reaparece
y no querés que vuelva. El miedo
se torna un corpiño incómodo.
A ciertas horas de la tarde todo
se hace más artificial,
la luz demasiado pálida y el temblor
se convierten en una secuencia perturbadora.
Te enamoraste, sabías
que podían asfixiarte si te abrazaban
pero el asesino desapareció
y las plantas de tu casa
reviven solas.
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Nurit Kasztelan (1982, Buenos Aires)
Nació el 16 de septiembre de 1982. Publicó los poemarios Movimientos incorpóreos (Huesos de Jibia, 2007) y Teoremas (La propia Cartonera, Uruguay, 2010). Coedita la revista virtual No-retornable para la que tradujo, junto a Mariana Terrón a la poeta italiana Alda Merini.
¿"Lust" como "hambre"? Eso le garantizo que no es así. Me parece que la premisa sobre la que construye el poema no es certera...
ResponderEliminarapetito?
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