natalia romero



Guardarme todas las imágenes del verano
una película en capítulos
dosis del río
para la reserva al invierno
una vibración sonora
de los árboles haciendo chispa
el sol que asoma
por la línea recta
de la ruta pampeana
silencio
para restaurar el tiempo.


*  *  *

Caligrafía


Escribir tu nombre por primera vez
con mi lapicera preferida
nombrarte
atender al movimiento
de mi mano
que algo de vos dibuja
haciendo círculos
de tinta
ya existís.


*  *  *

Aguacero


Cuando pasamos el río Sauce Grande
la ruta es toda de niebla

si seguimos el sendero del agua
llegamos a la playa.
Hay lagunas de lluvia
por el camino
un colchón marino



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Natalia Romero (1985, Bahía Blanca)
Reside en la ciudad de Buenos Aires desde 2004 y está terminando de cursar Ciencias de la Comunicación en la UBA. En poesía publicó la plaqueta O en última instancia es esto (Editorial Pajarósló, 2009) y el poemario Elijo (La Parte Maldita, 2011). Integra las antologías Gratis (2007), Ama-Zonia 3.0 Realidad Real (2008) y Poesía Manuscrita (2010). Dirige la librería virtual A Cien Metros de la Orilla y alimenta el blog: todaslascostas.blogspot.com

manuel j. pintos


ARIADNA

Ariadna, tu nombre entraña
una procaz belleza,
por la saña bendita esa
que los pardos ojos tuyos apañan.

Tal como un alfabeto de curiosas letras,
estrellas extinguidas
que en el firmamento su constelación aun digitan;
como cáliz de entereza,
fanal en ademán de bienvenida.

Por las leyendas inauditas que te suponen inmortal,
por las que te recuerdan princesa,
el mismo idioma nos guía
como costura, en el lenguaje
de unas agujas y del tejido como promesas,
que entre los bacanales dormitan
sus insólitas figuras todavía.


Ariadna, el sueño es un reposo inconfortable que
abre paso a la vigilia imperiosa, andado
con su flama curiosa que inquiere
Sobre un futuro aún alejado, en un presente,
sobre todo pasado.



* * *

III

Que el corazón no se te ahogue en el pecho
Que si de masticar tiento se endurece el buche
Todavía le quepa un tacuche a la canción y cierre
El común derroche de sensación
como un inocente con derecho.
Que por lo menos lo intente!
Y no acorase de bravura esa parla,
si para endulzarle el oído a la farra
se está aún lejos de un broche.
No sé. No debiera ponerse malo
Resentirse de lo dado igual
que por todo lo negado,
dolido en lo más adentro de un momento
presente, que en realidad es pasado,
pero en el mismo estado permanentemente.
Como el cuento que al final se hizo humo
y vino otro cuento,
de todo nos queda solo lo vivido,
de lo que pudo corregirse, lo que no se corrigió
y de lo sentido, apenas lo que se sintió.



Ambos poemas son inéditos


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Manuel J. Pintos (1981, Buenos Aires)
Es poeta, librero, payaso, músico. Es licenciado en Periodismo. Como redactor trabajó en la web de El Gráfico y colaboró en la revista El Zordo.

juano villafañe



UNA LEONA ENTRA EN EL MAR

Una leona entra en el mar
hacia las arenas
ella la grande
ante lo colosal que dejan las mareas
las medusas frías
y los caracoles muertos.

Cientos de bañistas dioses fundadores revuelan su olfato
lo precioso de un felino que se moja en las aguas
en lo natural de una zona de playa
que invita a esta fiesta entre soles y peces
a la gran fiesta
entre el demasiado público
y el gran público de mar que invade los veranos.

Una leona sale al mar
hacia la música de playa
ella la grande
ante lo colosal que invade los veranos
con los golpes de sol
con los golpes del agua.

Cientos de dioses revuelan lo precioso de un felino
                                             / que moja en las aguas
en lo natural que dejan las mareas
y esos cuerpos de playa que se llevan al fondo
de otra noche de fiesta de un silencio jadeante
sonidos al fin con ruidos de mareas
altas y bajas que regresan del fondo.

Una leona entra en el mar
hacia la música jadeante
ante lo colosal que invade los veranos.


* * *

SIEMPRE HABRÁ UN LUGAR PARA UNA
CHICA TRAVIESA COMO TÚ

Siempre habrá un lugar para una chica traviesa como tú,
rodeada de manzanas
de amantes y de flores.
Un lugar que me golpee sobre la nuca.

Siempre habrá un rodeo que atraviese como tú la otra
                             / perspectiva: el tiempo y el mundo.
Con tu ropa de viaje, la belleza y los golpes en el sillón rojo.

Siempre se atraviesa como tú
y das cuenta de los espantos del parque nocturno
de la calle, del día sin tráfico, sin una travesía para la
                                                           / otra semana,
o del juego de una retrospectiva que proyecta el espejo.

Por eso siempre habrá un lugar para una chica traviesa
                                                                     / como tú.
Siempre habrá un ocultamiento de la luz en el día, para
                           / que no se note la trampa ni el espejo.

Siempre habrá un sitio para ti, un invento, un resumen,
un animal en el campo con un viaje que atraviesa el hogar.
Siempre recibirás la fruta con su estancia de muerte.
Es el alcohol y el viaje lo que nos demora.
No es el día que viste, ni mi cuerpo, lo que te preocupa
                                                       / ahora con el juego.

(Siempre habrá una chica que atraviese como tú las
                               / las marcas que habíamos acordado.)

Hay otra perspectiva, hay otra edad con otro laberinto.
Ya no es tu perfume, ni la naturaleza la que ha caído de
                                            / nuevo sobre el sillón rojo,
ni es tu vestido
ni las manzanas rodeadas por amantes.
Hay otro juego, hay otra edad con otros laberintos.

Siempre habrá un lugar para una chica traviesa como tú.




El primer poema corresponde al poemario Una leona entra en el mar (Ediciones del Dock, 2000 -  Editorial Arte y Literatura, 2004 - La Habana) y el segundo al poemario Deconstrucción de la mañana (Ediciones Atuel, 2006).


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Juano Villafañe (1952, Quito)
Nació en la ciudad de Quito y reside en la ciudad de Buenos Aires. Es poeta y ensayista; Director Artístico del CCC. Publicó los poemarios: Poemas anteriores (Editorial de la Universidad Central del Ecuador, 1982 - Quito), Visión retrospectiva de la botella (Libros de Tierra Firme, 1987), Una leona entra en el mar (Ediciones del Dock, 2000; Editorial Arte y Literatura, 2004 - La Habana), Deconstrucción de la mañana (Ediciones Atuel, 2006), Los Villafañe. Poesía familiar (Ediciones Colihue, 2012) y Públicos y privados (Melón editora, 2013). Tiene un libro de ensayos inédito José Martí, el contra Rimbaud.